miércoles, 27 de julio de 2011

¿A donde vamos?

‎"Un gran número de problemas, aparentemente insolubles, desaparecen apenas nos decidimos a abandonar la idea de que los motivos que la gente cree constituyen la causa de sus acciones, pensamientos o emociones, sean necesariamente aquellos que en la realidad los impulsa a obrar, sentir y pensar de esa determinada manera"…. Erich Fromm, “El miedo a la libertad”

¿A dónde vamos?, y más importante aún, ¿tenemos que ir ahí?, ¿tomamos la decisión de ir hacia allá? o ¿creemos haberla tomado?, todos creemos que nuestras decisiones han sido tomadas haciendo uso de nuestra libertad, pero, ¿es así?, vivimos en un sistema con instrumentos de control y de persuasión tan eficaces que según yo es difícil establecer hasta que punto un individuo toma sus decisiones de manera independiente , ¿tenemos ideas originales?, o ¿somos la construcción ideológica de un ente etéreo y abstracto, un monstruo invisible que determina nuestros gustos, nuestros actos y nuestra personalidad?

¿Hasta donde es posible determinar quiénes somos?, ¿quién soy yo sin la influencia de mis padres, de mis hermanos, de mis amigos, de la película que vi ayer, de ese maestro de secundaria que marco mi cerebro para siempre, de aquel libro que modifico mi manera de pensar, sin ese podcaster o bloguero que sin conocerme me ha ayudado a ampliar mi perspectiva de las cosas?, ¿quién sería yo si no hubiera tenido acceso a todo lo anterior?, ¿quiénes seriamos todos sin los medios de comunicación como los conocemos, sin la educación incompleta que nos proporcionan los programas oficiales?

Existen teorías acerca del control que ejerce el sistema hacia sus individuos, según yo, todas las teorías merecen ser cuestionadas, no creo que ese control sea precisamente en beneficio de la mayoría y tampoco creo que el camino marcado sea precisamente coincidencia, ¿alimentamos al sistema o el sistema se alimenta de nosotros?

¿Estudio una carrera por elección propia o porque se me marco ese camino?, ¿trabajo para satisfacer a mi yo interior o lo único que no importa al momento de elegir una profesión y un trabajo es mi interior?, ¿me caso por una decisión propia o la idea de amor plantada en mi subconsciente hizo su trabajo?, ¿tengo un hijo por que de manera razonada he decidido experimentar la satisfacción de ayudar a crecer a un ser humano, o porque perseguí el ideal de familia que me fue implantado?

Cuestiones como las anteriores ¿no merecen ser cuestionadas?, ese sentimiento de frustración e insatisfacción presente en la mayoría de los individuos de nuestros días ¿no tendrá que ver con el hecho de perseguir un objetivo antinatural, y sobre todo inalcanzable?, no digo que no existan individuos que logren equilibrar su yo interior con el rol social que interpretan, pero desgraciadamente no son la mayoría, los instrumentos utilizados para moldear nuestro subconsciente son tan poderosos que la mayoría de la gente no se da cuenta de que están ahí.

No podremos cambiar ningún sistema político, económico o social si antes no nos damos cuenta de la manera en que son manipuladas nuestras emociones, acciones y pensamientos y solo lograremos cambiar algo si cambiamos nosotros mismos, de raíz y liberándonos por completo del paquete ideológico instalado en nuestro cerebro, ¿difícil?, por supuesto, pero, ¿qué otra cosa vale tanto la pena como la libertad?

Agradezco el tiempo de su lectura y me despido con una canción de una banda que me gusta mucho.

Mil gracias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario